En la más reciente edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), el comunicador y exsacerdote Alberto Linero presentó su obra titulada Romperme fue solo un comienzo, una narración íntima y profunda donde expone las razones de su salida del ministerio sacerdotal y su proceso de reconstrucción personal.
En el libro, Linero deja claro que su renuncia al sacerdocio no se debió a una pérdida de fe, sino a un profundo desgaste emocional y a su inconformidad con algunas dinámicas de la Iglesia Católica. “Me mamé de la soledad”, confiesa, haciendo referencia a la carencia de una red de apoyo cercana, pese a ser una figura pública muy querida.
Relata episodios duros de su vida, como una crisis de salud en la que no encontró a nadie que lo asistiera, lo que lo llevó a replantearse su vocación y estilo de vida. Aunque su salida del clero fue difícil y llena de incertidumbre, especialmente en el aspecto laboral, Linero nunca perdió su fe, y encontró en la escritura una herramienta para procesar su dolor y ofrecer un mensaje esperanzador.
La obra también reflexiona sobre el contexto social contemporáneo, marcado por la polarización, el miedo y la desconfianza. Frente a esto, Linero propone la vulnerabilidad y la honestidad emocional como caminos para reconstruirse.
A pesar de ya no pertenecer a la Iglesia como institución, mantiene una buena relación con ella y aclara que su decisión fue más una transformación vital que una ruptura definitiva. “Cuidé a muchos, pero me olvidé de cuidarme a mí mismo”, afirma.
Con este libro, el autor busca acompañar a quienes atraviesan momentos de crisis y demostrar que, después de romperse, siempre existe la posibilidad de comenzar de nuevo.
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