El cierre del Festival Cordillera, como el primer día, conjugó felizmente nostalgia y presente

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El cierre del Festival Cordillera fue una jornada vibrante y memorable, donde artistas de gran calibre como Molotov, Mario Duarte, Fonseca y Los Fabulosos Cadillacs se unieron para brindar un espectáculo lleno de energía y música que celebró la diversidad del rock y otros géneros latinoamericanos.

Molotov

La banda mexicana de rock alternativo Molotov, famosa por su irreverencia y crítica social, ofreció un set cargado de sus temas clásicos como «Gimme Tha Power», «Frijolero» y «Puto», encendiendo al público con su estilo combativo. Su mensaje de protesta y sus letras contestatarias resonaron fuertemente entre los asistentes, creando un ambiente cargado de adrenalina.

Mario Duarte

El colombiano Mario Duarte, conocido no solo por su carrera musical con la banda La Derecha sino también por su faceta de actor, cautivó al público con un repertorio que combinó rock con sonidos colombianos. Su presencia en el festival fue un recordatorio de la riqueza y versatilidad del rock en Colombia, demostrando que sigue siendo una fuerza vigente en la escena musical.

Fonseca

El cantautor colombiano Fonseca trajo una vibra diferente al escenario, con una fusión de pop y vallenato que ofreció una pausa emotiva y alegre. Con temas como «Te Mando Flores» y «Arroyito», su actuación fue una celebración de la música tradicional colombiana combinada con un toque moderno, logrando conectar con el público en un nivel profundo y emotivo.

Los Fabulosos Cadillacs

El cierre del festival estuvo a cargo de los legendarios Los Fabulosos Cadillacs, quienes entregaron una actuación explosiva. Con éxitos como «Matador», «El León Santillán» y «Siguiendo la Luna», la banda argentina puso el broche de oro a una jornada que celebró la herencia musical de América Latina. Su inconfundible mezcla de ska, rock y cumbia hizo bailar a la multitud y desató una energía imparable que mantuvo al público eufórico hasta el final.

El Festival Cordillera cerró con una explosión de ritmos y mensajes de unión, justicia social y celebración de las raíces musicales latinas, consolidando su lugar como uno de los eventos culturales más importantes en la región.

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