El pasado fin de semana, Santa Marta fue testigo de una experiencia cultural sin precedentes dentro de la franja Música del Mundo con Cajamag. El evento, desarrollado en el reconocido Teatro Cajamag ‘Pepe Vives Campo’, reunió a los afiliados de Cajamag y a miembros de la comunidad samaria en torno a una velada que trascendió lo musical para convertirse en una celebración de la creatividad, la juventud y el talento artístico emergente. El protagonista de la noche fue el talentoso Colectivo de Jazz de la Universidad del Norte, un ensamble universitario que conmovió y sorprendió a los asistentes con un espectáculo cargado de emociones, energía y sofisticación sonora.
Cajamag, la Caja de Compensación Familiar del Magdalena, ha sido durante años un pilar fundamental en la promoción de la cultura y el arte en la región Caribe. Su franja «Música del Mundo» busca precisamente eso: abrir espacios para que el público local acceda a propuestas musicales innovadoras y diversas, conectando a los samarios con sonoridades de distintas partes del mundo.
Este ciclo musical ha albergado agrupaciones nacionales e internacionales que han compartido con el público samario experiencias ricas en contenido, calidad artística y valor educativo. El concierto del Colectivo de Jazz de la Universidad del Norte se inscribe dentro de este esfuerzo, destacando el compromiso de Cajamag con la formación integral de la comunidad a través del arte.
El jazz, nacido a finales del siglo XIX en Estados Unidos, especialmente en Nueva Orleans, ha sido una forma de expresión que ha trascendido fronteras y épocas. Su carácter improvisatorio y su capacidad de adaptarse a distintas culturas lo convierten en un lenguaje universal, profundamente emocional y versátil. No es de extrañar que este género haya encontrado eco entre los jóvenes músicos de la Universidad del Norte, quienes ven en él una herramienta para explorar sus emociones y habilidades musicales en un contexto académico y experimental.
Durante el concierto, cada nota, cada pausa, cada improvisación fue una manifestación de esa libertad creativa que caracteriza al jazz. Los jóvenes intérpretes, mediante sus instrumentos y sus voces, ofrecieron una visión contemporánea del género, integrando elementos modernos sin perder la esencia que lo hace tan especial.
El Colectivo de Jazz de la Universidad del Norte no es simplemente una agrupación musical universitaria: es un semillero de artistas comprometidos, apasionados por la música y por la exploración de nuevas formas de expresión. Conformado por estudiantes de diversas carreras, el colectivo refleja la riqueza interdisciplinaria que puede alcanzarse cuando la música se convierte en punto de encuentro.
Durante su presentación en Santa Marta, los jóvenes demostraron no solo destreza técnica, sino también sensibilidad artística. Cada uno de ellos aportó al espectáculo desde su individualidad, pero también desde una fuerte cohesión grupal que se manifestó en la armonía de los arreglos, en las transiciones y en las dinámicas de improvisación.
El Teatro Cajamag se transformó esa noche en una cápsula sonora. La calidez del saxofón, la fluidez del piano, la fuerza rítmica de la batería, junto a las voces jóvenes y llenas de energía, crearon una atmósfera donde el tiempo pareció suspenderse. No se trató simplemente de un concierto, sino de una experiencia sensorial que involucró al público desde la primera nota hasta el último aplauso.
El público, compuesto por una mezcla de generaciones, se dejó llevar por el espectáculo. Desde las graderías se percibía la conexión íntima entre los intérpretes y los asistentes, una interacción invisible que se manifestaba en los silencios atentos, en los aplausos espontáneos y en las ovaciones al cierre de cada pieza.
Una de las características más destacadas de la velada fue la improvisación, elemento esencial del jazz. Lejos de parecer desorganizada, la improvisación en este contexto fue una manifestación controlada y consciente del talento de los músicos. Cada uno tuvo su momento para brillar, para contar su historia, para expresar sus emociones de manera única. Fue precisamente esa narración sin palabras lo que hizo que el concierto tuviera un impacto tan profundo.
Cada pieza musical fue interpretada como una historia contada sin necesidad de lenguaje verbal. A través de las melodías, los cambios de ritmo, las pausas estratégicas y los crescendos, los jóvenes lograron comunicar sensaciones de alegría, nostalgia, esperanza y contemplación. El resultado fue una serie de relatos sonoros que el público vivió intensamente.
La Universidad del Norte, con sede en Barranquilla, se ha posicionado como una de las instituciones más importantes del Caribe colombiano en cuanto a formación integral. A través de su programa de música y sus colectivos artísticos, ha fomentado no solo el estudio técnico de la música, sino también la exploración artística, la investigación en música contemporánea y la creación colectiva.
El Colectivo de Jazz representa una de las múltiples expresiones de este enfoque formativo, donde se promueve la creación de espacios de aprendizaje colaborativo y el contacto constante con el público. Al llevar a sus estudiantes a escenarios regionales como el Teatro Cajamag, la universidad amplía el alcance de sus procesos formativos, fomenta la profesionalización temprana y contribuye a la democratización de la cultura.
Ubicado en el corazón de Santa Marta, el Teatro Cajamag ‘Pepe Vives Campo’ se ha consolidado como uno de los escenarios más importantes para la circulación de arte en el Magdalena. Su programación abarca desde presentaciones teatrales, cine, conferencias, hasta espectáculos musicales de talla nacional e internacional.
El espacio, dotado con infraestructura moderna y gran capacidad, ofrece condiciones ideales para este tipo de encuentros. Pero más allá de su equipamiento, el teatro ha ganado un lugar especial en el corazón de los samarios por su apertura a propuestas frescas, emergentes y de alto nivel artístico.
La presentación del Colectivo de Jazz reafirma esa vocación del teatro como punto de encuentro para el talento joven, brindando oportunidades tanto a artistas como al público de vivir experiencias significativas.
Los comentarios del público no se hicieron esperar. Muchos asistentes destacaron la calidad del ensamble, la madurez musical de los jóvenes y la importancia de apoyar estos espacios. Algunos espectadores expresaron haber descubierto el jazz por primera vez, mientras que otros, más familiarizados con el género, se mostraron gratamente sorprendidos por la originalidad y emotividad de las interpretaciones.
Este tipo de eventos no solo fortalecen la oferta cultural de la ciudad, sino que también siembran semillas para el futuro. Jóvenes que asistieron como espectadores pueden haberse sentido inspirados a explorar el arte. Familias completas vivieron una noche distinta, alejada de las rutinas diarias, reconectando con la música como lenguaje universal.
La presentación del Colectivo de Jazz de la Universidad del Norte en el Teatro Cajamag ‘Pepe Vives Campo’ fue más que un simple concierto: fue un acto de comunión artística, un puente entre generaciones, una celebración del arte como herramienta de transformación.
El evento dejó una huella en la comunidad samaria, demostró el impacto del arte joven cuando encuentra espacios adecuados para florecer y reafirmó el compromiso de instituciones como Cajamag y la Universidad del Norte con la cultura regional.
En un país donde el acceso a la cultura sigue siendo desigual, estos espacios adquieren un valor inmenso. No solo permiten que el público disfrute de propuestas artísticas de calidad, sino que también fortalecen el tejido social, promueven el pensamiento crítico y enriquecen el alma colectiva de nuestras ciudades.
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