La reciente demolición de decenas de viviendas en el sector de Garagoa por parte de la Alcaldía de Santa Marta ha generado una ola de descontento entre los habitantes de la ciudad. Este descontento se evidenció cuando el alcalde Carlos Pinedo Cuello fue abucheado durante el clásico costeño entre Unión Magdalena y Junior de Barranquilla en el Estadio Sierra Nevada. Algunos asistentes lo llamaron «tumba casa» y expresaron su descontento por la falta de respuesta ante sus reclamos.
Según la administración municipal, el terreno recuperado está destinado al programa ‘Casa Para Mi Gente’, que contempla la construcción de 250 viviendas de interés prioritario para familias en condición de pobreza extrema, víctimas del desplazamiento forzado y hogares que residen en zonas de alto riesgo. Este proyecto forma parte de una iniciativa más amplia que busca edificar mil viviendas nuevas dentro del Plan de Desarrollo Santa Marta 500+. La Alcaldía ha anunciado que continuará con las demoliciones para avanzar en los estudios topográficos necesarios y obtener la licencia de construcción para finales de este mes.
A pesar de estos planes, la falta de comunicación y atención a las inquietudes de la comunidad ha generado críticas hacia el alcalde y su administración. Muchos samarios sienten que sus preocupaciones no están siendo escuchadas, lo que ha incrementado la tensión en la ciudad.
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