La selección de El Silencio de los Palafitos en la competencia oficial del Festival de Cine de La Habana es un logro significativo para el cine colombiano, en especial para historias que visibilizan comunidades marginadas como las de Nueva Venecia en la Ciénaga Grande de Santa Marta. Esta ópera prima de Yull Núñez, junto con la producción de Daylín Vega, no solo representa un avance en sus carreras, sino también un homenaje a la riqueza cultural y humana del Caribe colombiano.
La trama de la película, centrada en la ausencia, la lucha por la supervivencia y los matices de la condición humana, se entrelaza con el entorno único de los palafitos, ofreciendo una mirada íntima y poética a una realidad pocas veces retratada en el cine. Además, su éxito en espacios como el Iberoamerican Film Festival Miami y el Bogotá Audiovisual Market demuestra el creciente interés por historias auténticas y profundas provenientes de la región.
Tanto Núñez como Vega traen consigo una sólida trayectoria que enriquece este proyecto. Núñez, con su experiencia en producciones emblemáticas como Los Viajes del Viento y Pájaros de Verano, y Vega, con reconocimientos internacionales por su actuación, son ejemplos del talento diverso que está emergiendo en el cine colombiano.
La próxima película del dúo, El Grito de Serankwa, ganadora del Fondo de Desarrollo Cinematográfico (FDC) 2024, promete seguir fortaleciendo su sello artístico y cultural. Es emocionante ver cómo estas producciones no solo destacan en festivales internacionales, sino que también contribuyen a la construcción de una identidad cinematográfica desde y para el Caribe colombiano.
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