El mundo de la televisión tuvo parejas emblemáticas que marcaron generaciones. Desde romances apasionados hasta sólidas amistades, las historias en la pantalla a menudo hacen creer en la magia de las relaciones perfectas entre los actores. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Detrás de las cámaras, muchas de estas parejas televisivas mantenían relaciones tensas y conflictos internos que nunca se reflejaron en sus actuaciones.
David Duchovny y Gillian Anderson dieron vida a los agentes Fox Mulder y Dana Scully en la serie de ciencia ficción “Expediente X”. Duchovny, quien ha aparecido en numerosas películas y series antes y después de su papel en “Expediente X”, reveló en una entrevista en 2008 que, aunque en pantalla eran un equipo perfectamente coordinado, detrás de las cámaras la relación era muy diferente. Según Duchovny, ambos actores terminaron “hartos el uno del otro”. “Discutíamos por todo. No podíamos ni vernos”, confesó el actor, evidenciando que la química que tenían en pantalla no reflejaba su relación fuera de esta.
Nina Dobrev, quien interpretaba a Elena Gilbert en “Crónicas vampíricas”, y Paul Wesley, conocido por su papel de Stefan Salvatore, tuvieron una relación tensa fuera de cámaras a lo largo de las primeras temporadas de la serie. En una entrevista, Dobrev admitió que ambos se despreciaban al inicio. “Nos despreciábamos tanto que podía leerse como amor”, mencionó la actriz. Además sugirió que la tensión fuera de cámara contribuyó a la dinámica de sus personajes. Sin embargo, con el tiempo, la relación entre Dobrev y Wesley mejoró y permitió una colaboración más armoniosa.
En la serie policíaca “Castle”, Nathan Fillion y Stana Katic interpretaban respectivamente al escritor Richard Castle y a la detective de policía Kate Beckett. A pesar de tener una química innegable en pantalla, sus interacciones detrás de las cámaras eran muy distintas. Los informes sugieren que la relación entre Fillion y Katic era tan tensa que en un momento dado se les aplicó terapia de parejas para poder trabajar juntos. Fuentes internas describieron su relación fuera de cámara como prácticamente inexistente y llena de conflictos.
Sarah Jessica Parker y Kim Cattrall, quienes interpretaron a Carrie Bradshaw y Samantha Jones en “Sexo en Nueva York”, respectivamente, no pudieron replicar la camaradería de sus personajes fuera de la pantalla. Cattrall, conocida por su papel en la saga “Police Academy”, aseguró en una entrevista con Piers Morgan que nunca fueron amigas y que la relación se deterioró con el tiempo debido a conflictos personales y profesionales. Esta enemistad se evidenció aún más en la serie secuela “And Just Like That”, donde la aparición de Cattrall fue breve y distante.
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